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Hepatitis C: dolor en las articulaciones y problemas relacionados

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Anonim

La hepatitis C es una infección que afecta principalmente al hígado. También puede causar otros problemas, como dolor en las articulaciones y los músculos. La hepatitis C generalmente es causada por un virus y se transmite cuando entra en contacto con la sangre de una persona con el virus de la hepatitis C. Desafortunadamente, los síntomas obvios no siempre aparecen hasta que la infección ha estado en el cuerpo por un tiempo prolongado.

Respuesta autoinmune

Si tiene hepatitis C, también puede tener enfermedades inflamatorias de las articulaciones. Pueden ser causados ​​por el desgaste y el desgaste, lo que resulta en osteoartritis (OA). O estas condiciones pueden ser el resultado de enfermedades autoinmunes.

Se produce una enfermedad autoinmune cuando el sistema inmunitario ataca las células y el tejido sanos. El dolor y la rigidez son los primeros signos de inflamación causados ​​por la respuesta autoinmune del cuerpo al virus de la hepatitis C.

Para saber si su dolor articular es causado por el virus de la hepatitis C, su médico primero descubrirá si tiene el virus. Los análisis de sangre pueden determinar si usted tiene hepatitis C. El próximo paso es coordinar el tratamiento del virus y los problemas articulares relacionados.

Tratamiento de la hepatitis C y dolor en las articulaciones

Alrededor del 75 por ciento de las personas que siguen fielmente sus planes de tratamiento pueden curarse de la hepatitis C. Una combinación de medicamentos se usa para tratar la hepatitis C. Los medicamentos que se usan con mayor frecuencia incluyen interferón y antiviral medicamentos, como la ribavirina. Los inhibidores de la proteasa, un tipo de fármaco más nuevo, también pueden formar parte del plan de tratamiento. Los inhibidores de la proteasa pueden ayudar a reducir el tiempo de tratamiento, que puede ser prolongado y difícil con la hepatitis C.

Un medicamento antiinflamatorio no esteroideo como el ibuprofeno (Advil) puede ser suficiente para aliviar los síntomas de dolor en las articulaciones. Los medicamentos recetados para tratar la inflamación de las articulaciones relacionada con la hepatitis C también se encuentran entre los medicamentos recetados a las personas con artritis reumatoide. Estos incluyen medicamentos contra el factor de necrosis tumoral (anti-TNF), que parecen ser seguros para las personas con hepatitis C.

Sin embargo, algunos medicamentos para la AR pueden causar efectos secundarios, incluido daño hepático. El American College of Rheumatology insta a las personas a asegurarse de que sus médicos del hígado (hepatólogos u otros tipos de internistas) coordinen los planes de tratamiento con sus reumatólogos (especialistas en dolor en las articulaciones).

Tratamientos sin medicamentos

Algunas enfermedades reumáticas se pueden tratar sin medicamentos. Por ejemplo, fortalecer los músculos alrededor de una articulación afectada puede ayudar a estabilizarlo. La fisioterapia puede mejorar su rango de movimiento. Otros ejercicios que mejoran su salud en general pueden ayudarlo con las complicaciones de la hepatitis C.Estos ejercicios incluyen aeróbicos, caminar a paso ligero, nadar y andar en bicicleta. Antes de comenzar una rutina de ejercicios, verifique con su médico si necesita tomar precauciones especiales.

Otras complicaciones

Además del daño hepático y del dolor articular, la hepatitis C puede causar ictericia y otras complicaciones. La ictericia es una coloración amarillenta de la piel y de la parte blanca del ojo. Este es a veces el síntoma que las personas notan que los impulsa a hacerse la prueba de hepatitis C. Otros síntomas potencialmente causados ​​por la hepatitis C incluyen:

  • orina oscura
  • heces grises
  • náuseas
  • fiebre
  • fatiga

Prevención y detección

El contacto sexual con alguien que tiene hepatitis C puede provocar la transmisión de la enfermedad. También puede ser la exposición a agujas y otros objetos que han entrado en contacto con la sangre de alguien con hepatitis C.

Las transfusiones de sangre anteriores a 1992 también se sospechan en la transmisión del virus. Cualquier persona que se haya sometido a una transfusión antes de esa fecha debe someterse a una prueba de detección de hepatitis C. También debe someterse a exámenes de detección si utilizó agujas para tomar drogas ilegales, se hizo un tatuaje o trabajó en un puesto de atención médica en el que estuvo expuesto a muestras de sangre.

La hepatitis C puede ser una enfermedad potencialmente mortal, pero es tratable. La clave es averiguar su riesgo (o si padece la enfermedad) antes de que se presenten dolor en las articulaciones y otros problemas. Debe tomar medidas para reducir el riesgo de exposición al virus de la hepatitis C y hacerse un examen si está en una grupo de alto riesgo Si le diagnostican, siga de cerca su plan de tratamiento.