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Quiste hepático: síntomas, tratamientos y causas

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Anonim

Resumen

Los quistes hepáticos son sacos llenos de líquido que se forman en el hígado. Son tumores benignos, lo que significa que no son cancerosos. En general, estos quistes no requieren tratamiento a menos que se presenten síntomas y rara vez afectan la función hepática.

Los quistes hepáticos son poco frecuentes y solo afectan al 5 por ciento de la población, según la Clínica Cleveland.

Algunas personas tienen un solo quiste, o un simple quiste, y no experimentan ningún síntoma con el crecimiento.

Otros pueden desarrollar una afección llamada enfermedad hepática policística (PLD), que se caracteriza por muchos crecimientos quísticos en el hígado. Aunque la PLD causa múltiples quistes, el hígado puede continuar funcionando adecuadamente con esta enfermedad, y tener esta enfermedad puede no acortar la esperanza de vida.

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Síntomas

Síntomas de un quiste hepático

Debido a que un pequeño quiste hepático no suele causar síntomas, puede pasar sin diagnóstico durante años. No es hasta que el quiste aumenta que algunas personas experimentan dolor y otras molestias. A medida que el quiste aumenta, los síntomas pueden incluir hinchazón abdominal o dolor en la parte superior derecha del estómago. Si experimenta una ampliación significativa, es posible que pueda sentir el quiste desde el exterior de su estómago.

Puede producirse un dolor agudo y repentino en la parte superior del estómago si el quiste comienza a sangrar. A veces, el sangrado se detiene por sí solo sin tratamiento médico. Si es así, el dolor y otros síntomas pueden mejorar en un par de días.

Entre quienes desarrollan un quiste hepático, solo alrededor del 5 por ciento tiene síntomas.

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Causas

Causas de un quiste hepático

Los quistes hepáticos son el resultado de una malformación en las vías biliares, aunque se desconoce la causa exacta de esta malformación. La bilis es un fluido producido por el hígado, que ayuda a la digestión. Este líquido viaja desde el hígado a la vesícula biliar a través de conductos o estructuras tubulares.

Algunas personas nacen con quistes hepáticos, mientras que otras no desarrollan quistes hasta que son mucho más viejas. Incluso cuando los quistes están presentes en el momento del nacimiento, pueden pasar desapercibidos hasta que aparezcan los síntomas más adelante en la edad adulta.

También hay un vínculo entre los quistes hepáticos y un parásito llamado echinococcus. Este parásito se encuentra en áreas donde viven ganado vacuno y ovino. Usted puede infectarse si ingiere alimentos contaminados. El parásito puede causar el desarrollo de quistes en diferentes partes del cuerpo, incluido el hígado.

En el caso de PLD, esta enfermedad se puede heredar cuando hay un historial familiar de la enfermedad, o la enfermedad puede ocurrir sin ningún motivo aparente.

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Diagnosis

Cómo diagnosticar un quiste hepático

Debido a que algunos quistes hepáticos no causan síntomas evidentes, el tratamiento no siempre es necesario.

Si decide ver a un médico por dolor abdominal o agrandamiento abdominal, su médico puede ordenar una prueba de imagen para detectar cualquier anomalía en el hígado.Es probable que se someta a una ecografía o una tomografía computarizada de su abdomen. Ambos procedimientos crean imágenes del interior de su cuerpo, que su médico utilizará para confirmar o descartar un quiste o una masa.

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Tratamiento

Cómo tratar un quiste hepático

Su médico puede optar por no tratar un pequeño quiste, en lugar de sugerir un enfoque de esperar y ver. Si el quiste aumenta y causa dolor o sangrado, su médico puede analizar las opciones de tratamiento en ese momento.

Una opción de tratamiento consiste en insertar una aguja en el abdomen y extraer líquido quirúrgicamente del quiste. Este procedimiento solo puede proporcionar una solución temporal, y el quiste puede rellenarse con líquido más adelante. Para evitar una recurrencia, otra opción es extirpar quirúrgicamente todo el quiste.

Su médico puede completar esta cirugía usando una técnica llamada laparoscopia. Este procedimiento mínimamente invasivo solo requiere dos o tres incisiones pequeñas, y su médico realiza la cirugía con un instrumento pequeño llamado laparoscopio. Por lo general, solo permanecerá en el hospital por una noche, y solo se necesitan dos semanas para realizar una recuperación completa.

Una vez que su médico le haya diagnosticado un quiste hepático, es posible que ordene un análisis de sangre para descartar un parásito. Si tienes un parásito, recibirás un tratamiento con antibióticos para tratar la infección.

Algunos incidentes de PLD son severos. En este caso, los quistes pueden sangrar mucho, causar dolor intenso, recurrencia después del tratamiento o comenzar a afectar la función hepática. En estas situaciones, su médico puede recomendar un trasplante de hígado.

No parece haber ninguna forma conocida de prevenir un quiste hepático. Además, no hay suficiente investigación para determinar si la dieta o el tabaquismo contribuyen a los quistes hepáticos.

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Outlook

Outlook

Incluso cuando los quistes hepáticos se agrandan y causan dolor, el pronóstico es positivo con el tratamiento. Asegúrese de comprender sus opciones de tratamiento, así como las ventajas y desventajas de cada opción antes de decidir sobre un procedimiento. Aunque recibir un diagnóstico de quiste hepático puede ser motivo de preocupación, estos quistes generalmente no conducen a insuficiencia hepática o cáncer de hígado.