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Sacarina: ¿este edulcorante es bueno o malo?

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Anonim

La sacarina es uno de los edulcorantes artificiales más antiguos del mercado.

De hecho, se ha usado para endulzar alimentos y bebidas durante más de 100 años.

Sin embargo, no fue hasta los años 60 y 70 que se hizo popular como un reemplazo de azúcar.

Algunos dicen que reemplazar el azúcar con sacarina beneficia la pérdida de peso, la diabetes y la salud dental.

Otros son escépticos sobre la seguridad de todos los edulcorantes artificiales, incluido este.

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¿Qué es la sacarina?

La sacarina es un edulcorante artificial o no nutritivo.

Se fabrica en un laboratorio mediante la oxidación de los productos químicos o-toluensulfonamide o anhídrido ftálico. Parece polvo blanco y cristalino.

La sacarina se usa comúnmente como un sustituto del azúcar porque no contiene calorías ni carbohidratos. Los humanos no pueden descomponer la sacarina, por lo que no cambia el cuerpo.

Es alrededor de 300-400 veces más dulce que el azúcar regular, por lo que solo necesita una pequeña cantidad para obtener el sabor dulce.

Sin embargo, puede tener un sabor amargo desagradable y amargo. Esta es la razón por la que la sacarina a menudo se mezcla con otros edulcorantes bajos en calorías o sin calorías.

Por ejemplo, la sacarina a veces se combina con el aspartamo, otro edulcorante bajo en calorías que se encuentra comúnmente en las bebidas dietéticas carbonatadas.

Los fabricantes de alimentos son muy aficionados a la sacarina porque es bastante estable y tiene una larga vida útil. Es seguro consumir incluso después de años de almacenamiento.

Además de las bebidas dietéticas carbonatadas, la sacarina se usa para endulzar caramelos, mermeladas, jaleas y galletas bajas en calorías. También se usa en muchos medicamentos.

La sacarina se puede usar como azúcar de mesa para espolvorear sobre alimentos, como cereales o frutas, o como sustituto del azúcar en el café o al hornear.

Conclusión: La sacarina es un edulcorante artificial sin calorías. Es 300-400 veces más dulce que el azúcar y comúnmente se usa como reemplazo.

La evidencia sugiere que es seguro para el consumo humano

Las autoridades sanitarias coinciden en que la sacarina es segura para el consumo humano.

Estos incluyen la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU. (FDA).

Sin embargo, este no fue siempre el caso. En la década de 1970, varios estudios relacionaron la sacarina con el desarrollo del cáncer de vejiga en ratas (1).

Luego fue clasificado como "posiblemente canceroso para los humanos". Sin embargo, más investigaciones descubrieron que el desarrollo del cáncer en ratas no era relevante para los humanos.

Los estudios observacionales en humanos no mostraron un vínculo claro entre el consumo de sacarina y el riesgo de cáncer (2, 3, 4).

Debido a la falta de pruebas sólidas que relacionen la sacarina con el desarrollo del cáncer, su clasificación se cambió a "no clasificable como cancerígena para los humanos" (5).

Sin embargo, a pesar de la falta de pruebas que relacionen la sacarina con el cáncer, muchos expertos creen que los estudios observacionales no son suficientes para confirmar que definitivamente no hay riesgo.

Por lo tanto, muchos todavía recomiendan que las personas eviten la sacarina.

Conclusión: Los estudios observacionales en humanos no han encontrado evidencia de que la sacarina cause cáncer o daños a la salud humana.
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Fuentes alimenticias de sacarina

La sacarina se encuentra en una amplia variedad de "alimentos dietéticos" y bebidas. También se usa como edulcorante de mesa.

Se vende con nombres de marca como Sweet 'N Low, Sweet Twin y Necta Sweet.

La sacarina está disponible tanto en gránulos como en forma líquida, con una porción que proporciona una dulzura comparable a dos cucharaditas de azúcar.

Otra fuente común de sacarina son las bebidas endulzadas artificialmente, pero la FDA restringe esta cantidad a no más de 12 mg por onza líquida.

Debido a la prohibición de sacarina en la década de 1970, muchos fabricantes de bebidas dietéticas cambiaron al aspartame como edulcorante y continúan usándolo en la actualidad.

La sacarina se usa a menudo en productos horneados, mermeladas, gelatina, goma de mascar, fruta enlatada, caramelos, coberturas de postres y aderezos para ensaladas.

También se puede encontrar en productos cosméticos, incluida la pasta de dientes y el enjuague bucal. Además, es un ingrediente común en medicamentos, vitaminas y productos farmacéuticos.

En la Unión Europea, la sacarina que se ha agregado a alimentos o bebidas se puede identificar como E954 en la etiqueta de nutrición.

Conclusión: La sacarina es un edulcorante de mesa común. También se puede encontrar en bebidas dietéticas y alimentos bajos en calorías, así como en vitaminas y medicamentos.

¿Cuánto puedes comer?

La FDA ha establecido la ingesta diaria aceptable (IDA) de sacarina a 2. 3 mg / lb (5 mg / kg) de peso corporal.

Esto significa que si pesa 154 lbs (70 kgs), puede consumir 350 mg todos los días de su vida sin exceder el límite.

Para poner esto en perspectiva, puedes consumir 3. 7 latas de refresco dietético de 12 onzas por día, casi 10 porciones de sacarina.

Ningún estudio midió la ingesta total de sacarina en la población de EE. UU., Pero estudios en países europeos han encontrado que está dentro de ciertos límites (6, 7, 8).

Conclusión: Según la FDA, los adultos y niños pueden consumir hasta 2, 3 mg de sacarina por libra (5 mg por kg) de peso corporal sin riesgo.
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La sacarina puede tener beneficios leves de pérdida de peso

Reemplazar el azúcar con un edulcorante bajo en calorías puede beneficiar la pérdida de peso y proteger contra la obesidad (9).

Eso es porque permite que las personas consuman los alimentos y bebidas que disfrutan con menos calorías (9, 10).

Dependiendo de la receta, la sacarina puede reemplazar el 50-100% del azúcar en ciertos productos alimenticios sin comprometer significativamente el sabor o la textura.

Sin embargo, algunos estudios sugieren que consumir edulcorantes artificiales como la sacarina puede aumentar el hambre, la ingesta de alimentos y el aumento de peso (11, 12).

Un estudio observacional siguió a 78, 694 mujeres.Aquellos que usan edulcorantes artificiales ganaron aproximadamente 2 lbs (0. 9 kgs) más que los no usuarios (13).

Sin embargo, un reciente estudio de alta calidad revisó toda la evidencia sobre los edulcorantes artificiales y cómo afectan la ingesta de alimentos y el peso corporal (14).

Llegó a la conclusión de que, en general, reemplazar el azúcar con endulzantes sin calorías o bajos en calorías no causa aumento de peso.

En cambio, conduce a una ingesta calórica reducida (94 calorías menos por comida, en promedio) y un peso reducido (alrededor de 3 libras o 1. 4 kg, en promedio) (14).

Conclusión: Los estudios demuestran que reemplazar el azúcar con edulcorantes bajos en calorías puede conducir a pequeñas reducciones en la ingesta de calorías y el peso corporal.
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Los efectos en los niveles de azúcar en la sangre son poco claros

La sacarina a menudo se recomienda como un sustituto del azúcar para las personas con diabetes.

Esto se debe a que su cuerpo no lo metaboliza. Por lo tanto, deja su cuerpo sin cambios y no afecta los niveles de azúcar en la sangre como lo hace el azúcar refinado.

Pocos estudios han analizado los efectos de la sacarina sola en los niveles de azúcar en la sangre, pero varios estudios han analizado los efectos de otros edulcorantes artificiales.

Un ensayo incluyó a 128 personas con diabetes tipo 2. Descubrió que consumir el edulcorante artificial sucralosa (Splenda) no afectaba los niveles de azúcar en la sangre (15).

El mismo resultado se observó en estudios que utilizaron otros edulcorantes artificiales, como el aspartamo (16, 17, 18).

Algunos estudios a corto plazo también sugieren que reemplazar el azúcar con edulcorantes artificiales puede ayudar a controlar el azúcar en la sangre. Sin embargo, el efecto suele ser bastante pequeño (19).

Sin embargo, la mayoría de la evidencia sugiere que los edulcorantes artificiales no afectan significativamente los niveles de azúcar en la sangre en personas sanas o diabéticas (20).

Conclusión: Es poco probable que la sacarina afecte el control del azúcar en la sangre a largo plazo en personas sanas o con diabetes.
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Reemplazar el azúcar con sacarina puede ayudar a reducir el riesgo de caries

El azúcar agregado es una causa importante de caries dental (21).

Por lo tanto, usar un edulcorante bajo en calorías en su lugar puede reducir el riesgo de caries (22).

A diferencia del azúcar, las bacterias en la boca no fermentan los edulcorantes artificiales como la sacarina en ácido (21).

Es por eso que a menudo se usa como una alternativa de azúcar en los medicamentos (23).

Sin embargo, es importante tener en cuenta que los alimentos y bebidas que contienen edulcorantes artificiales aún pueden contener otros ingredientes que causan caries.

Estos incluyen ciertos ácidos en bebidas carbonatadas y azúcares naturales en los jugos de frutas.

Conclusión: Sustituir la sacarina por azúcar puede ayudar a reducir el riesgo de caries, pero otros ingredientes pueden causar caries en los dientes.

¿Tiene algún efecto negativo?

La mayoría de las autoridades de salud consideran que la sacarina es segura para el consumo humano.

Sin embargo, todavía hay cierto escepticismo sobre los posibles efectos negativos en la salud humana.

Un estudio reciente descubrió que el uso de sacarina, sucralosa y aspartamo puede alterar el equilibrio de bacterias en el intestino (24).

La investigación en esta área es relativamente nueva y limitada. Sin embargo, hay evidencia convincente de que los cambios en las bacterias intestinales se asocian con un mayor riesgo de enfermedades como la obesidad, la diabetes tipo 2, la enfermedad inflamatoria intestinal y el cáncer (25).

En un estudio, los ratones fueron alimentados con una dosis diaria de aspartamo, sucralosa o sacarina. Después de 11 semanas, mostraron niveles inusualmente altos de azúcar en la sangre. Esto indica intolerancia a la glucosa y, por lo tanto, un mayor riesgo de enfermedad metabólica (24, 26).

Sin embargo, una vez que los ratones fueron tratados con antibióticos que destruyeron la bacteria intestinal, los niveles de glucosa en sangre volvieron a la normalidad.

El mismo experimento se realizó en un grupo de personas sanas que consumieron la dosis máxima recomendada de sacarina al día durante cinco días.

Cuatro de cada siete tenían niveles anormalmente altos de azúcar en la sangre, así como cambios en las bacterias intestinales. Los otros no experimentaron ningún cambio en la bacteria intestinal (24).

Los científicos piensan que los edulcorantes artificiales como la sacarina pueden fomentar el crecimiento de un tipo de bacteria que es mejor para convertir los alimentos en energía.

Esto significa que hay más calorías de los alimentos disponibles, lo que aumenta el riesgo de obesidad.

Sin embargo, esta investigación es muy nueva. Se necesitan más estudios para explorar el vínculo entre los edulcorantes artificiales y los cambios en las bacterias intestinales.

Conclusión: La evidencia preliminar sugiere que los edulcorantes artificiales como la sacarina pueden afectar las bacterias intestinales y aumentar el riesgo de ciertas enfermedades.
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Mensaje para llevar a casa

Según la evidencia disponible, la sacarina parece ser generalmente segura para el consumo y una alternativa aceptable al azúcar.

Incluso puede ayudar a reducir las caries y ayudar a perder peso, aunque solo levemente.

Sin embargo, los beneficios del uso de la sacarina no se deben al edulcorante en sí, sino a la reducción o evitación del azúcar.

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